Puede parecer extraño que un equipo que ha ganado 7 copas de Europa y ser el segundo en este ranking, tan solo superado por las 9 del Real Madrid, tenga un equipo plagado de jugadores que en su mayoría superan la treintena de edad. No solo eso, del equipo presumiblemente titular, tan solo un jugador tiene menos de 25 años, Alexandre Pato. Que la defensa y el portero tengan una cierta edad se entiende porque en esas posiciones es muy importante la experiencia y no tanto el físico, pero que el centro de campo, donde se crea y elabora el juego, la media de edad sea de más de 32 años es muy preocupante. Silvio Berlusconi ha gastado estos 2 últimos años inmensas cantidades de dinero en jugadores veteranos que además solo desempeñan tareas ofensivas, y muchos de ellos de una calidad puesta en duda. Cassano o Robinho no aportan lo que se dice demasiadas cosas positivas, y menos como ejemplo para los jugadores jóvenes. Ronaldinho, el que debía ser el sustituto de Kaká acaba de volver en este mercado invernal a su país, concretamente al Flamengo, y el único jugador que puede crear juego en el Milán, Andrea Pirlo, es tentado por muchos equipos y es posible que cambie de aires este verano. Pero ante tanto desorden existen 2 aspectos que sorprenden positivamente.
El Milán es líder de su liga y acaba de aumentar esa ventaja con el segundo, el Nápoles, al que derrotó con contundencia la pasada jornada. Puede parecer algo bueno aunque si se mira el nivel de los otros equipos del Calcio, no parece tan esperanzador. En Champion’s League, su competición por excelencia, las cosas no pintan demasiado bien. Perdió el partido de ida contra el Tottenham por un gol de Peter Crouch y encima el partido se disputo en San Siro. Para colmo Gattuso entró en una de sus rabietas y arremetió contra todo y contra todos, y su objetivo fue el segundo entrenador de los Spurs. El resultado, 4 partidos de sanción.
La otra esperanza, y ésta sí que lo es, es que la cantera de la que un día salieron Maldini, Paolo Rossi o Baresi parece estar volviendo a florecer. El equipo Primavera -el filial- está juntando jugadores que en poco tiempo subirán al primer equipo. Algunos de los que destacan son Rodney Strasser, Simone Verdi, Giacomo Beretta y Alexander Merkel, del que voy a hablar. Este equipo ha conseguido ganar la copa de Italia por primera vez en 25 años.
Alexander Merkel, que no tiene parentesco con la actual canciller alemana, es el jugador más destacado. Nació en Kazakjistán, de padres bielorrusos, se trasladó a los 6 años a Alemania. Allí entró en la cantera del Stuttgart y con tan solo 16 años, y ante la atenta mirada de otros equipos europeos, el equipo rossonero se lo acabó llevando.
Merkel, con el 52 a la espalda, es un gran centrocampista que se mueve por todo el centro de campo. Tiene una gran envergadura pero los pases y centros son su gran especialidad. Una gran visión de juego, cosa impropia de los jugadores altos aunque no posee un regate demasiado excelso. Es diestro pero no carece de un buen golpeo con su pierna zurda. Actúa como un 10 y oxigena al equipo cuando es necesario. Le gusta tirar paredes para avanzar, casi nunca intenta el regate aunque lo está puliendo poco a poco. Tiene un carácter fuerte y ganador y un descaro propio de su juventud (22 de Febrero de 1992). Merkel es el prototipo de la nueva generación alemana de los Toni Kroos, Thomas Müller (ya expuestos en este blog), Mesut Özil o Marko Marin.
Tiene un cierto parecido con Marek Hamsik, aunque su ídolo es Hleb. Ya ha debutado con el Milán y ya ha anotado su primer gol. Muchos ven en él al salvador del equipo y esperan que no sea captado por un grande que no esté en horas bajas.
El Milan es un equipo constituido a base de veteranía y lo seguira siendo, aunque pase baches esta ahí por algo.
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