Parece que la cantera germana no tiene límite. A los Özil, Marin y Kroos se les ha unido un joven de enorme talento, Thomas Müller. Surgido de la inagotable cantera del Bayern Munich, Müller aúna características propias de un centrocampista y también de un delantero.
En tan solo un año ha explotado y demostrado toda su calidad, que no es poca y que le llevó a participar en el Mundial de Sudáfrica. Allí fue el líder de su selección junto al cerebro Bastian Schweinsteiger -compañero en el Bayern- y se coronó ante el mundo siendo pichichi en su primer mundial. Anotó cinco goles, al igual que Villa y Forlán, pero dio una asistencia más a pesar de perderse el partido disputado ante España por acumulación de cartulinas. Ese fue el escenario donde se dio a conocer para la mayor parte de los espectadores. Sin embargo, Müller realizó también una magnífica campaña en Alemania, anotando 13 goles en 34 partidos. Además su participación en la Champion's League no decepcionó.
A pesar de su metro y 86 centímetros de altura, Thomas posee una gran velocidad por la banda. Debido a que en el Bayern las bandas tienen dueños fijos- Ribéry y Robben- Müller actúa como segundo delantero, posición donde más rinde, aunque tiene una gran versatilidad que le permite jugar hasta como mediocentro ofensivo. Tiene un gran toque de balón pero también tiene la verticalidad necesaria cuando la defensa se cierra. Fue apadrinado por el mítico goleador alemán Gerd "Torpedo" Müller, pero a pesar de su apellido, no son familiares. Gerd dijo que veía en Thomas a un gran jugador que triunfaría con Alemania y en el Bayern.
Está valorado en unos 35 millones pero con sus últimas actuaciones y su corta edad (nació el 13 de Agosto de 1989) podría subir su valoración en el mercado. Baja a defender siempre que es necesario, es como el primer defensor, indistintamente si actúa como delantero centro o segundo delantero. Si el 25 del Bayern sigue a este nivel y explota sus cualidades aún más habrá que tener cuidado a Alemania en un futuro muy cercano.
Quiero terminar recordando una frase mítica del gran delantero centro inglés Gary Lineker -que jugó en el Barcelona a mediados de los 80- y que no siempre se cumple pero que no suele fallar.
El fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan once contra once, y siempre gana Alemania.
No hay comentarios:
Publicar un comentario