Ya que hace muy pocos días hablé sobre Adryan Tavares, puesto que me había parecido un jugadorazo en potencia, hoy no puedo eludir la responsabilidad de hablar del que, para mí y para no pocos, ha sido el mejor jugador del reciente Mundial sub 17. Se trata del líder sobre el campo de la selección campeona y balón de plata del torneo, Jorge Espericueta.
Espericueta nació en Monterrey, México el 9 de Agosto 1994. De pequeño era muy revoltoso por lo que sus padres le apuntaron en un pequeño club de la ciudad de Tigres. Al principio no le parecía gustar demasiado el fútbol pero conforme pasaban los años, su interés aumentaba a la par que mejoraban sus cualidades futbolísticas. Tanto es así, que el profesor de educación física de su colegio convenció a su padre, algo reticente, a que le llevara al Tigres UANL. Cuando llegó, maravilló a su entrenador e incluso a sus compañeros. Jorge era muy superior al resto. Y permanece en el Tigres -en sus divisiones inferiores- hasta hoy. Muchas voces reclaman desde México que Ricardo Ferreti -entrenador del Tigres- lo suba al primer equipo, a lo que éste ha contestado que paciencia, que Espericueta es aún muy joven. No piensa lo mismo uno de sus jugadores que pasó por la liga BBVA, Lucas Lobos.
Jorge Espericueta es uno de esos jugadores que al verle jugar 5 minutos te quedas prendado. Solo hace falta observarle dar 5 pases para que estes todo el partido prestándole atención en detrimento del partido. Juega en la posición de mediocentro, y tiene la capacidad para llevar la manija del equipo, algo de lo que muy pocos jugadores pueden hoy presumir. Juega mejor con un mediocentro de contención a su lado que le permita moverse libremente por el terreno de juego. Espericueta posee un capacidad para pasar el balón digna de alabar y una gran visión. Sus estadísticas con el pase no deben distar demasiado con las de Xavi Hernández por ejemplo pero su juego se asemeja mucho más al de Luka Modrić. Es un mediocentro ofensivo recolocado a la posición de mediocentro creador. De físico más bien débil, es capaz de proteger el esférico muy bien y salir con facilidad de la presión. Su regate es muy mejorable pero en cada partido siempre deja algún destello de su magia. Un aspecto muy importante es su constante ofrecimiento y su gran verticalidad. Se mueve por el campo y a veces puede parecer que juega de interior.
De pierna zurda, tiene una gran precisión en faltas y en saques de esquina. No hay más que ver su gol olímpico ante Alemania en semifinales del Mundial. Espericueta apunta muy muy alto. Si él se cuida y se le cuida, no tardaremos en oír más sobre él, ya sea en Tigres o en Europa. Aunque muy bien deberán gestionarlo en Tigres si no quieren tenerlo fuera del equipo en breves. La sensación del Mundial sub 17 y de casi todo México lo tiene todo para triunfar.
Su gol olímpico ante Alemania
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