Hace un hoy exactamente un año que mi aventura con este blog comenzó. Sin haber realizado ningún proyecto similar, me embarqué en una bonita experiencia con un único objetivo: compartir mis opiniones sobre este bello deporte y, sobre todo, dar a conocer a jóvenes promesas que también merecen un sitio en el mundo del fútbol. Siempre me ha gustado ver a estos futbolistas y, siendo sincero, el motivo lo desconozco. Esos partidos tienen un algo que te engancha. Seguramente sea el atrevimiento que ponen en el juego, o la sorpresa que te llevas al ver la calidad que pueden llegar a tener con 14 ó 15 años, no lo sé, pero siempre me ha gustado. Es cierto que somos pocos los que nos interesamos en ello, pero en gran parte esto lo hace más especial. Así que, sin más dilación, dar gracias a las miles de visitas que he recibido, son una gran apoyo que invita a seguir escribiendo.
Después de una introducción más melancólica que futbolística, pasemos a lo que realmente nos interesa. El día de hoy es especial así que, más que analizar una promesa del fútbol como viene siendo lo habitual, hablaré de una promesa que este año se ha convertido en una realidad. Llevo pensando en escribir este artículo desde hace ya unos meses, concretamente desde que debutó con el Atlético de Madrid, donde vi que había cometido un error, un grave error. Me estoy refiriendo a Adrián López, delantero del conjunto colchonero. En mi artículo sobre futbolistas sobrevalorados (pincha aquí para verlo) lo incluí en la lista porque la gente hablaba de él como un goleador que sería más pronto que tarde en el 9 de la selección española. A mi parecer no lo era, es más, no era ni un 9 al uso. Además, hasta este año, la estadística estaba de mi parte: 16 goles en 150 partidos, habiendo anotado casi la mitad en la última campaña. Una cifra ridícula para alguien que aspira a convertirse en el delantero centro de la campeona del mundo. Mi asombro empezó este verano, en el Europeo sub' 21de Dinamarca. Adrián era el referente de la selección pero constantemente caía a banda e incluso bajaba para recibir el balón. No entendía que un 9 hiciese eso. Pero no acabó ahí la cosa. Con esa forma de jugar, Adrián participa más en el juego, asistía pero también hacía lo más importante, marcaba goles, y muchos. 5 goles en 5 partidos, pichichi del Europeo y mejor jugador. Este último galardón fue algo inmerecido puesto que el Europeo de Thiago, y más aún el de Javi Martínez, fue sobresaliente, sin desmerecer a Adrián. El fichaje por el Atlético parecía empezar a cobrar más sentido pero no me lo terminaba de creer.
Manzano le dio la oportunidad de jugar y Adrián demostró su calidad aunque daba la impresión que jugando junto a Falcao rendía a su mejor nivel, es el socio perfecto del colombiano. El problema fue la falta de continuidad a Adrián y a todo el equipo en general. La falta de un 11 titular habitual, la incapacidad de motivar a la plantilla, no contar con el apoyo de los dirigentes ni de la afición, el castigo a Reyes y un planteamiento rácano y defensivo fuera del Calderón condenaron a Manzano. Adrián ya me había "conquistado" y me había hecho ver el error en el que me encontraba, de ahí que esté escribiendo este artículo. Solo faltaba que con la llegada del Cholo Simeone, el asturiano siguiera rindiendo a ese nivel. Y vaya si sigue. Ya no es el 9 que muchos esperaban, es un segundo punta que le vendría de perlas a cualquier equipo de primer nivel. Lleva 6 goles, una cifra que no es mala para un segundo punta mas debería mejorar, pero seamos serios, triunfar con 23 años no es fácil, y triunfar con esa edad en el Atlético de Madrid es una dificultad añadida.
Simeone dijo sobre él hace unos días: "Adrián piensa en jugar más para el equipo que en hacer un gol. Aún no ha alcanzado su techo aunque pronto lo puede alcanzar". Se nota que el Cholo, en lo poco que lleva, conoce bien a sus jugadores. Apuesta por Falcao de referencia en punta con Diego ejerciendo de 10 por el centro y Arda Turan en banda izquierda cayendo mucho hacia el centro, y Adrián en banda diestra y apareciendo de segunda línea muchas veces. No obstante, el asturiano no solo asiste o remata, es mucho más. Recibe de espaldas sin jugar realmente de delantero, oxigena al equipo, le da movilidad, se asocia constantemente, tira paredes al borde del área, remata de cabeza...vamos, un delantero muy completo. Tanto es así que no han tardado en surgir voces que apuntan a que el Barcelona le pretende. Si me lo dicen hace 5 meses me hubiera reído. Hoy por hoy no me parece descabellado. Aunque hay que ir paso por paso. Debe curtirse antes en la roja, participando el algún amistoso previo a la Eurocopa y de no convocarle, llevarle a los Juegos Olímpicos.
Adrián López Álvarez nació en Teverga, concejo del Principado de Asturias, el 8 de Enero de 1988. Su carrera vive ligada al Real Oviedo, un hecho que supuso que desde muy joven ya le conociera. Con el Real Oviedo debutó en la temporada 2004-05 teniendo tan solo 16 años en un partido ante el Berrón, un equipo modesto de la tercera división, categoría en la que por desgracia también se encontraba el Oviedo. Su descubridor fue Antonio Rivas, que por aquel entonces entrenaba al Oviedo tras haber dejado una carrera dilatada como central zurdo del fútbol. Realmente no fue hasta la temporada 2005-06 cuando se consolidó en el primer equipo, estando el conjunto oviedista en segunda división B después de haber ascendido la temporada anterior. Antonio Rivas dijo sobre Adrián: "Tenía esos detalles que buscamos en jugadores. Era distinto, diferente. Nos dio alternativas al equipo, sobre todo en la parte ofensiva". Antonio también destaca que "pese a su juventud, ha llegado a un estado de madurez para lo que es su club, para la exigencia del Atlético de Madrid". Esa temporada disputó un total de 30 partidos y anotó 3 goles. Parecía apuntar que llegaría a ser un buen jugador y el Deportivo no perdió la oportunidad de ficharlo. En el club gallego jugó 15 partidos y se estrenó como goleador ante el F.C.Barcelona.
Su juventud le pesó demasiado y el Deportivo se vio obligado a cederlo la temporada siguiente en el mercado invernal. El equipo elegido fue el Alavés, que por entonces estaba en segunda división. Adrián se adaptó bien al juego del conjunto de Vitoria y marcó 3 goles en los 10 partidos que jugó. El Alavés se salvó gracias en parte al delantero de Teverga. La campaña siguiente, los dirigentes del Depor decidieron una nueva cesión pero esta vez a un equipo de primera. Le tocó al Málaga, recién ascendido ese mismo año (temporada 2008-09). Disfrutó de muchos minutos y muchos partidos y su rendimiento fue notable. No terminaba de explotar pero aportó 4 goles al que sería el equipo revelación de la temporada, quedando muy cerca de los puestos que dan acceso a Europa. En la temporada 2009-10 le llegó al fin la ansiada segunda oportunidad en el Deportivo de la Coruña. Tuvo un papel importante (34 partidos y 4 goles), muy similar al que tuvo en el Málaga (28 partidos y 4 goles). La pasada campaña ya mostró gran parte de su calidad siendo el pichichi de su equipo con 7 goles, seguido por Lassad con 5. Pero esto no bastó para que el Depor se mantuviera en primera. Terminaron decimoctavos con alguna polémica arbitral que otra.
Adrián terminaba contrato ese mismo año el 30 de junio, pero el Deportivo, de manera unilateral, decidió extenderlo. Entonces, la LNFP y la RFEF se reunieron y designaron a un árbitro que mediara y resolviera el conflicto. La resolución fue la anulación de la ampliación de contrato por lo que Adrián quedaba libre para fichar gratis por el club que eligiese. Para entonces, el Atlético ya tenía atado a Adrián, que tras haber realizado un Europeo brutal, no eran pocos los pretendientes que tenía. Una vez salida la sentencia, se incorporó a la disciplina rojiblanca. Adrián debuta el 28 de Julio en un partido de la fase de clasificación para la Europa League ante el Stromsgodset, dando los dos pases de gol a Reyes. Desde ese partido, la progresión de Adrián fue meteórica. Anotó su primer gol en liga como rojiblanco en el partido ante el Racing de Santander. Hasta hoy, donde lleva en la Liga BBVA 21 partidos jugados, 6 goles y 3 asistencias.
Para los que no le conozcan, que dudo que sean muchos, Adrián es un delantero móvil, que puede jugar en ocasiones de 9 pero que rinde mucho mejor como segundo punta o de extremo. Tiene una gran técnica pese a que carece de un regate demasiado espectacular o vistoso, presiona muy arriba a la defensa contraria. Es un ejemplo de trabajo y sacrificio con solo 23 años. Tiene una buena definición pero no tiene ese olfato de gol que poseen los delanteros centros. Su primera opción no es siempre el disparo. Es ideal para un equipo de toque, como el Barcelona o el actual Atlético.Su físico es bastante bueno: 1,80 metros de altura y 70 kg. de peso. Es veloz y ágil y está atento a los fallos de la defensa. Hasta esta temporada era bastante irregular pero lo va corrigiendo poco a poco.
En definitiva, un delantero ideal para nuestra selección y por ahora, para el Atlético de Madrid. Pretendientes no le faltarán y seguro que sabrá tomar la decisión adecuada. Le deseo la mejor suerte del mundo y que triunfe donde vaya. Y sobre todo, rectificar mi opinión dada anteriormente sobre él.
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